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07 julio 2025

Simposio “O Ensino Religioso na América Latina e no Brasil”: reflexiones para una educación religiosa inclusiva

El XII Simpósio de Ensino Religioso, celebrado en Brasil con el lema “O Ensino Religioso na América Latina e no Brasil”, contó con la participación de los expertos del ORE Carlos Esteban y Rodrigo Martínez para reflexionar sobre el presente y el futuro de la enseñanza religiosa escolar (ERE) en la región. El encuentro partió del reconocimiento de la gran diversidad de modelos, desafíos legales, pluralidad confesional y desigualdad educativa que caracterizan al continente.

A lo largo de las ponencias y mesas de diálogo, se abordaron tres grandes ejes: el diagnóstico de la situación actual, la función cívica de la enseñanza religiosa y las propuestas pedagógicas para su renovación.

Uno de los primeros temas tratados fue la gran diversidad de marcos legales y enfoques pedagógicos. Algunos países cuentan con modelos obligatorios y no confesionales (como Brasil en su red pública), mientras que otros restringen la enseñanza religiosa al ámbito privado o confesional. Este panorama fragmentado genera desigualdad de acceso y calidad, así como tensiones sobre la laicidad, la libertad religiosa y el papel del Estado.

Varios ponentes insistieron en que la enseñanza religiosa escolar no debe confundirse con catequesis ni proselitismo. Se subrayó su potencial como espacio formativo para el conocimiento crítico de las religiones, la prevención del fundamentalismo, la promoción del diálogo interreligioso y el desarrollo de la ciudadanía democrática. La idea de “religión como bien común” atravesó varios debates, poniendo el énfasis en la convivencia respetuosa en sociedades cada vez más plurales.

En este marco, Carlos Esteban Garcés ofreció una intervención clave para introducir una perspectiva comparada, basada en la experiencia europea. Expuso cómo la enseñanza religiosa ha evolucionado en Europa desde modelos obligatorios y confesionales hacia formas más inclusivas y pluralistas, que él denominó “Religión 3.0”. Según Garcés, esta nueva etapa se caracteriza por ofrecer un enfoque cultural y dialogal, donde la asignatura se convierte en herramienta de ciudadanía, aprendizaje intercultural y pensamiento crítico.

Garcés defendió que la ERE puede y debe contribuir al bien común, siempre que abandone el enfoque proselitista y se renueve pedagógicamente. También subrayó la importancia de medir el impacto real de la asignatura en la satisfacción de alumnos y familias, así como en la cohesión social, para sustentar su valor educativo ante la opinión pública.

Por su parte, Rodrigo Martínez centró su intervención en la realidad latinoamericana, ofreciendo un diagnóstico detallado sobre los retos locales. Habló de la disparidad entre países, las tensiones entre confesiones, la escasez de formación específica para docentes y la falta de materiales inclusivos y actualizados. Subrayó la urgencia de fortalecer la formación docente en clave interconfesional y pedagógica, para que los maestros puedan abordar la diversidad religiosa con rigor, respeto y creatividad.

Martínez también compartió buenas prácticas ya existentes en la región: experiencias de diálogo entre confesiones, elaboración de currículos integradores y producción de materiales educativos que representan diversas tradiciones. Estas iniciativas muestran que es posible avanzar hacia un modelo de enseñanza religiosa inclusiva, respetuosa de los derechos humanos y pedagógicamente sólida.

Ambas intervenciones fueron especialmente valoradas por mostrar dos miradas complementarias: la experiencia europea como referencia para innovar en América Latina, y el conocimiento del terreno latinoamericano con sus particularidades culturales, sociales y políticas.

Además de estos aportes, el simposio incluyó talleres y mesas de diálogo donde se reflexionó sobre la función cívica de la ERE en sociedades democráticas. Se insistió en que su objetivo debe ser formar ciudadanos críticos y empáticos, capaces de convivir con la pluralidad y rechazar la discriminación y la violencia religiosa.

También se discutieron estrategias pedagógicas para renovar la materia: metodologías activas, trabajo por proyectos, análisis de contextos locales y uso de tecnologías digitales. Estas herramientas pueden hacer la asignatura más relevante y conectada con la vida de los estudiantes.

Finalmente, el simposio cerró con un llamado a la cooperación internacional, invitando a consolidar redes de investigación, intercambio docente y producción de materiales compartidos entre países. La meta es garantizar que la enseñanza religiosa escolar sea un derecho educativo de calidad, respetuoso de la diversidad y orientado al bien común.